La Navidad ha terminado. Y precisamente pensando en la Navidad le
encontré -o di- una doble lectura a los Espíritus de la Navidad de Dickens.
La reflexión vino pensando en la
conversación que tuve con un amigo mío hace unos días. Él decía que estaba
deseando que pasaran las Fiestas porque le ponía triste pensar en los que ya
no están; y estoy de acuerdo, obviamente. Entonces pensé lo siguiente:
Según el Cuento de Navidad de Charles Dickens están el Espíritu de la Navidad pasada (mi
segunda lectura es que representa también los recuerdos felices y los seres
queridos que se han ido), el de la Navidad Presente (los que estamos aquí y
ahora) y el de la Navidad Futura (representando, según mi segundo significado,
a los niños).
La razón por la cual creo todo esto es porque solemos vivir la Navidad tratando
de mantener vivo el recuerdo y la forma de disfrutarla de cuando éramos niños.
La Navidad es en el fondo una fiesta eminentemente de niños.
En base al espíritu de Navidades
pasadas, vivimos el presente con más tristeza que entonces porque somos más
conscientes de todo y porque hay seres queridos que ya no están. La Navidad va
siendo cada vez más triste hasta que vuelve a haber niños en casa contagiando
su ilusión, reviviendo la magia por Creer y haciéndote recordar tus Fiestas
felices. Ese sería el Espíritu de la Navidad futura.
Todo esto me parece por un lado
demoledor porque implica un desgaste paulatino y deja todo en manos de tener
descendencia de alguna manera, aunque por otro lado me parece hermoso y más
profundo. Nunca la había visto de este modo y encaja perfectamente con cómo es.
Dejar de creer en Papá Noël y los
Reyes Magos es realmente la primera decepción de la vida. El primer momento en
que dejas de seguir una cinta mecánica y debes subir el primer peldaño de las
escaleras.
Es cuando en verdad empieza a
morir el “todo es posible”, el mundo invadido por la imaginación y cosas fabulosas
y se merma nuestra fe en general. Porque la primera pregunta que te haces es:
“entonces esto y lo otro, ¿tampoco existe?”. A menos que plantes cara a esa
densidad oscura y triste que te empapa cuando vas creciendo y decidas parar el
tiempo de algún modo; seguir creyendo y tener una actitud vitalista y
luchadora.
Al fin y al cabo, como leí una vez: “Eres alguien viejo cuando
tienes más recuerdos que ilusiones”.
BE FREE. LIVE YOUR
ART. FIND YOUR DESTINY.
Fuente de imágenes: Pinterest
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